Empezamos con la tontería de quien se iba a cansar antes del otro y mira quien llevaba razón. Yo. No sé como sucedió todo, todo fue muy rápido, era todo precioso, llegaba antes a casa para hablar contigo incluso un día te pusiste el despertador para poder hablar más rato conmigo...La distancia y el tiempo alimentaba nuestras ganas de vernos y comernos a besos. Me acuerdo de que tú ibas muy rápido y hasta yo alucinaba. Luego te vi. Por fin, después de tanto tiempo. Me acuerdo que estaba nerviosa hasta cuando me cogías la mano. Pasamos una semana con ganas de volver a vernos, al menos yo a ti. Y luego pasamos de ir corriendo a dar pasos atrás. La que iba rápido era yo y tú parecías que querías menos conmigo pero yo, aunque desde el principio sabía que no iba a salir bien, seguía porque hacía tanto tiempo que tenía esa ilusión, esas mariposas. Lo echaba de menos. Echaba de menos ese cariño. Después sentí que me gustabas a más no poder. He pasado una semana sin hablar con él y la verdad es que pensaba que le echaría más de menos. No ha sido así. Y me he dado cuenta de que no me gusta como pensaba, mucho menos. Pero aún así es que estaba tan bien con él.
Ahora mismo me siento sola. Antes lo estaba, pero tenía una ilusión por la que vivir. Me siento tan mal que no puedo ni describirlo. Supongo que esperaba que fuera él. En parte es por que, claro, me gusta un poquiyo. Pero la realidad es porque vuelvo a estar sola.
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