sábado, 21 de enero de 2012

No hace falta provar el caramelo para saber que es dulce.

No es necesario estar enamorado para sentir cosas bonitas. Sentir las mariposas cuando vas hacia el lugar donde has quedado con él, luego sentirlas cuando te abraza, te toca o te besa. Sentirte feliz con una sonrisa suya. Echarle de menos nada más despedirte de él. No cansarte de estar con él, ni aunque te estés aburriendo. Acostarte pensando en él y despertarte igual. Acordarte de él cuando alguien lleva su perfume. Sentirte la persona más afortunada del mundo por estar en ese momento con él. Sentir que se te para el tiempo con nada, como el hecho de que te coja de la mano. No, no hace falta estar enamorado para sentir todo eso. Yo nunca lo he estado y lo he sentido, aunque a poca escala. Ahora lo siento, no estoy enamorada, no sé ni si me gusta, lo que sé es que me encanta y que se está convirtiendo en una rutina que no quiero que cambie.

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